Cuando
estamos en vísperas de las elecciones europeas y de tratar de construir una
Europa mas justa y con ello contribuir a la paz mundial es espeluznante
escuchar en la televisión las afirmaciones de Marine Le Pen de que “ el ébola
terminara con el problema de los emigrantes”.
A mí
personalmente me ha causado escalofríos y me ha hecho preguntarme si todas las
personas por el hecho de serlo consideramos a los Derechos Humanos algo que nos
protege y podemos exigir en nuestra
vida diaria pero no creemos que los merezcan
los que son de otras ideas, razas y culturas.
Todos
conocemos a Marine Le Pen y al partido
de Francia, Frente Nacional, que lidera ella. Para las elecciones europeas
construyen una alianza con los partidos de extrema derecha y que ha defendido el
derecho del holandés Geer Wilders de comparar el Corán con el Mein Kampf, el libro escrito por Adolfo Hitler. Los
propósitos hostiles e islamo fóbicos que tienen los representantes del Frente
Nacional ya no sorprende a la mayoría de la gente. Y el que los utilice de una
manera agresiva como una estrategia electoral esta paradójicamente causando
efectos perversos.
Es
importante por tanto reflexionar sobre el camino que toman nuestros vecinos en
Francia, bajo la influencia de predicadores políticos de odio y de cómo eso se
puede conjugar para vivir todos juntos en la misma nación. Sabemos por nuestra
historia y presente que las tensiones civiles y las violencias contra
identidades y minorías son muy difícilmente reversibles. Una vez que estallan y
se meten en las conciencias de muchos ¿
quien las puede sacar de ahí?.
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