lunes, 29 de abril de 2019

Los líderes de las iglesias de Sudán del Sur ofrecen la paz como don de Pascua para su pueblo

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Los líderes de las iglesias de Sudán del Sur ofrecen la paz como don de Pascua para su pueblo
Mujer recorriendo la Vía Dolorosa con una cruz en Jerusalén, abril de 2019. Foto: Albin Hillert/CMI
23 de abril de 2019
Versión en español publicada el: 25 de abril de 2019
* Autor: Fredrick Nzwili
Al tiempo que los cristianos de todo el mundo se preparaban para celebrar el fin de semana de Pascua, los líderes de las iglesias de Sudán del Sur ofrecieron la paz como don a su pueblo, que ha experimentado enormes dificultades y sufrimiento por causa de los conflictos y la violencia.
Los líderes recordaron a los ciudadanos que la paz fue el don de Jesús a sus discípulos en última instancia, subrayando que esta es la primera causa con la que deben comprometerse los sudaneses del sur.
“La paz es una condición fundamental para garantizar los derechos de cada persona, así como el desarrollo integral de todo un pueblo. Jesucristo...nos dio el modelo a seguir”, afirmaron los líderes de las iglesias en un mensaje de Pascua que publicaron a través del Consejo de Iglesias de Sudán del Sur.
Este organismo ecuménico reúne a la Iglesia Católica Romana, la Iglesia Episcopal, la Iglesia Presbiteriana, la Iglesia Africana del Interior, la Iglesia Pentecostal de Sudán, la Iglesia Evangélica Presbiteriana de Sudán del Sur y la Iglesia del Interior de Sudán. La Iglesia Hermandad Cristiana y la Iglesia Reformada de Sudán son miembros afiliados.
El mensaje de los líderes de las iglesias se emitió tras un retiro ecuménico espiritual y diplomático sobre la paz en Sudán del Sur dirigido por el arzobispo de Canterbury, Justin Welby, en el Vaticano.
Los líderes que participaron en el retiro afirmaron que les aportó una potente motivación para la aplicación de un acuerdo de paz renovado.
Los líderes de las iglesias de Sudán del Sur ven el acuerdo como una promesa ante Dios.
“Afirmamos que la paz es buena, la reconciliación es posible, y la unidad es mejor”, dijeron.
Desde diciembre de 2013, cuando estalló el conflicto, más de cuatro millones de personas han tenido que huir de sus hogares, y casi 2,5 millones de ellas se han refugiado en países vecinos. Aproximadamente 200 000 personas viven en seis recintos de protección civil de las Naciones Unidas distribuidos por todo el país. Los organismos de las Naciones Unidas afirman que casi 7 millones de personas de una población de 12 millones necesitan asistencia humanitaria. La guerra ha provocado el desmoronamiento económico del país, y la inseguridad dificulta que las personas puedan cultivar alimentos. Se han atacado iglesias y centros eclesiales, y se ha asesinado a sacerdotes y pastores.
  Publicado en Consejo Mundial de las Iglesias
*Fredrick Nzwili es un periodista independiente que reside en Nairobi (Kenia).

lunes, 22 de abril de 2019

Tejiendo alfombras y amistades


Marcela muestra orgullosa algunos tapizes realizados por las mujeres argelinas
Hay un canto litúrgico francés que resume bien mi experiencia misionera en Argelia: “Tú, Señor, eres el Dios de los Grandes Espacios”.
Recuerdo la primera vez que llegué al Sahara argelino y descubrí la inmensidad del desierto. Tan grande y tan silencioso. Durante aquel primer viaje tuve mucho tiempo para orar: “¿A dónde me llevan? Para amarte y servirte, Señor, ¿necesito ir tan lejos?” En aquellos tiempos, la ciudad de El Golea era tranquila y silenciosa como un monasterio. Al final de la tarde solo oía el canto de los pájaros…
Trabajar en los telares fue una manera privilegiada de encuentro y amistad con muchas mujeres del sur argelino. Juntas tejimos bellísimas alfombras, pero tejimos sobre todo lazos de amistad y de intimidad.

Tapiz argelino
Los hilos que forman el entrelazado de una alfombra se entrecruzan y anudan tan fuertemente que es muy difícil deshacerlos. Así fue la relación que fuimos tejiendo entre nosotras. Tejiendo cultura popular, tejiendo relación, y tejiendo nuevas experiencias de Dios.
Cuántas veces pensé con agradecimiento en las generaciones de Misioneras de África que, antes de nosotras, trabajaron para recuperar un tesoro cultural que estaba cayendo en el olvido. Hubo Hermanas que viajaron de pueblo en pueblo, de campamento en campamento, entrevistando a gente sencilla, artesanos y artesanas que eran el último eslabón de una memoria cultural ancestral.

Marcela Y Carmen González (HMNSA) hacen pan con unas mujeres amigas.
Cuando una obra sale de tus propias manos, de tu propio tiempo, de tu paciencia y labor, el valor monetario es lo de menos. Es algo tuyo, lleva algo de ti misma… como una creación. ¡Para mí todo esto me habla fuertemente de lo que “contamos” para  nuestro Creador!

Marcela López, HMNSA

Enlazate por la Justicia. Dia de la Tierra

Entrevista Carlos Andrés Sergio Bresciani Lecannelier nació en Santiago de Chile en 1972, entró a la Compañía de Jesús en 1993 y se ordenó ...