jueves, 28 de marzo de 2019

Combatiendo el SIDA en Malawi

Amparo con un equipo de voluntarios para ayudar a los pacientes de SIDA.
En los años 80 yo andaba por Malawi ( (Africa Central) dirigiendo y visitando tres Centros de Salud que me había encomendado la diócesis de Lilongwe en las proximidades del lago Malawi, Salima.
Los pacientes con graves problemas los trasladaba al Hospital de esa Ciudad en el que regularmente visitaba a enfermos de Tuberculosis y enfermedades contagiosas. Ya tenia años de experiencia y empecé a notar que los enfermos con TB que normalmente se restablecían al cabo de 18 meses de tratamientos estándar volvían a recaer a las pocas semanas y tenían que ser readmitidos en el hospital. Habíamos luchado años por controlar la enfermedad de la Tuberculosis así que aquello nos alarmó mucho. Sus cuerpos aparecían tan desgastados que más bien parecían victimas del hambre o salidos de campos de concentración. Podíamos contar las costillas y rodear con una mano nuestra un brazo o hasta una pierna de esa persona. La gente estaba alarmada y los entierros eran tan numerosos que parecía que en la aldea o el pueblo sus habitantes no podían ocuparse más que de esto. Los huérfanos se quedaban sin padres y los niños pasaban a los cuidados de los abuelos que cargaban con los nietos de diferentes hijos e hijas. Los pobres se hacían más pobres.
Amparo con los hijos de una familia cristiana.
El doctor Gallo ya había aislado el virus de la Inmunodeficiencia Humana (VIH) en los EE.UU y el mundo hablaba de una epidemia de SIDA causada por este virus.
En aquellos años en Malawi no se podía hablar abiertamente de un contagio de sangre producido por contacto homosexual, promiscuidad, prostitución, adulterio porque eran relaciones tabúes pero yo respondí a esa necesidad de Prevención utilizando todas mis energías en visitar las Escuelas de Enseñanza Primaria y Secundaria en donde la mayoría de la juventud de Malawi en edad de procreación se encontraba. Fueron semanas y meses de recorrer cientos de Kilómetros para llegar hasta las Escuelas más pérdidas de todos los Distritos del centro de Malawi.
Y después se trataba de cuidar a los enfermos en los pueblos. ¿cómo podía llegar a tantos lugares?
Amparo Cuesta con Agnès Loiselle, HMNSA.







Desde un pequeño despacho y almacén para medicinas cercano a la capital, Lilongwe fuimos organizando un núcleo de 10 agentes de salud que a la vez se convirtieron en multiplicadores y formaron hasta 500 voluntarios en esos 5 distritos. Todos encargados de sus pueblos y alrededor de distribuir leche, maíz, medicamentos para las enfermedades oportunistas y cuidar de los enfermos. Nos financiábamos gracias a ONG católicas, familiares y amigos.
En los hospitales nunca encontré a ninguna ATS, doctor, limpiadoras, mujeres que lavaban las sabanas y pijamas a mano que se negaran a tocar a los enfermos, practicar operaciones o hacer curas por miedo al contagio. Vivíamos con el Sida porque vivíamos con personas humanas que eran parte de nuestras familias, amigos o vecinos.  La solidaridad era todo lo que teníamos y podíamos ofrecer, y con ellas nuestras personas y vidas.  Y así lo hicimos.
Malawi fue en los años 90 el país con más índice de población en África infectada con el Virus VIH. Rozamos las 900.000 pero no nos rendimos y muchos otros países de alrededor aprendieron de como manejar la epidemia utilizando nuestro modelo.
Amparo Cuesta
Misionera de Ntra. Sra. De Africa

Una luz de esperanza para los enfermos


Gloria durante una consulta, con una enfermera formada por ella.
Mi vida en Chad ha sido siempre apasionante y me ha invitado a inventar crear, formar, descubrir potenciales humanos en  las personas donde hubiéramos podido ver solo ignorantes…
Un pueblo puede sufrir de guerras, carecer de lo más necesario pero no ha sido ignorado por Dios que reparte sus dones con generosidad
Me doy cuenta que siempre he trabajado con mis gentes del pueblo casi iletrados pero que han sabido despertar y dar lo mejor de ellos mismos
Más de 12 años he surcado la sabana para formar y sostener 35 parteras de pueblo, la más formada había terminado la escuela primaria, para muchas otras tuve que hacer fichas con dibujos para que reconociéndolos pudieran poner una cruz encima e indicar por ejemplo que en niño venia con sus piececitos por delante (presentación de nalgas)
La enfermera formada por Gloria hace una parte de la consulta.
He aprendido mucho con esas mujeres valerosas que han acompañado con gozo tantas otras mujeres en esos momentos críticos de embarazo y parto
Dos orgullos: La mas letrada la animamos a seguir formándose, hoy es responsable de la Maternidad del Hospital de la ciudad, me regalo hace poco una tela con estrellas  y la mención ‘’ gracias por abrirme al universo’’
Todas esas mujeres han sido recuperadas por los Centros de Salud estatales que se han ido abriendo progresivamente, en nuestra parroquia que tiene una longitud de más de 100 Km. y trabajan la mayoría hasta hoy ¡Cuanta gratitud por el pasado!
Gloria midiendo la energía de un paciente.
Años después, ya que son 37 los que estoy en el país, siendo responsable del Centro de Salud, sufriendo para diagnosticar y tratar tantos enfermos sin ningún recurso de búsqueda (laboratorio, RX y aun más impensable ecografía o escáner)… se abrió una gran puerta delante mio…Me pasó algo maravilloso: en Barcelona encontré un hombre bueno y sabio el Dr. Jaume Feliu (naturista) que ha creado una terapia holística (La Arqromerterapia) no agresiva y que permite descubrir y tratar las enfermedades gracias a un test kinesiológico y al empleo de arquetipos y que para sanar utiliza: plantas (fitoterapia), imanes (magnetoterapia, circuitos magnéticos), colores (cromoterapia), masajes etc.
Técnicas de ayer y de hoy al servicio de la humanidad y me regalo su saber ser, hacer y transmitir. Durante dos años de estudios en su escuela y su apoyo incondicional hasta hoy
Y en 8 años un milagro se ha producido en nuestro pueblo de la sabana con un grupo de gentes del lugar sencillas pero de gran corazón, empezamos en 2010 con las personas viviendo con el VIH SIDA (PVVIH) de nuestra zona: 55 de ellas descubrieron la bondad de la Arqromerterapia, en 2017 han sido 245.
Gloria con un grupo de medicos españoles que van todos los años a Moundou para operar a los niños y niñas con polio.
Mi motivación primera ha sido apoyar las PVVIH-SIDA que vivían una precariedad tal, que supe que había que hacer un ‘’algo mas’’ que las pautas establecidas
Rápidamente otras personas se acercaron a nosotros en 2010: 40 personas en 2017: 3.817 personas de todo el país de todas las etnias, religiones y condición social, sentados juntos con las PVVIH en la sala de espera bajo los arboles
Este resultado habla de las dificultades que las personas encuentran para tratar sus dolencias y de los múltiples testimonios de los que han encontrado alivio, habla de que los tratamientos están al alcance de las gentes y que invitamos a la solidaridad, del que tiene puede dar más y apoyar al que no tiene
Gloria con Arturo, un niño milagro.
Imagina… la riqueza de encontrar unas 65 plantas que crecen cerca o se pueden cultivar y poder  fabricar 18 jarabes, 31 tinturas, 8 destilaciones, 10 micro dosis, 9 pomadas y 5 aceites diferentes para responder a las necesidades de los pacientes con muy humildes medios.
Nuestro laboratorio descansa en un baúl y se despliega 2 veces por semana cuando la gran mesa esta libre.
La cocina sirve para la salsa pero también para secar plantas y almacenar sacos. La galería acoge pacientes venidos de lejos para pasar la noche. Y como no tenemos cerca los animales errantes y los rebaños a menudo nos sorprenden con sus visitas
De 2 colaboradores locales en 2010, son 8 en 2017, de  3 PVVIH en 2010 beneficiando de una terapia ocupacional a 9 personas en 2017 y de 6 a 8 personas para los cultivos en periodo de lluvias.
En el taller de terapia ocupacional y de producción se secan, machacan, tamizan, y condicionan los productos herbales, hacen aceites (sésamo, cacahuete, ricino, Karite), pomadas, jarabes
Y las demás PVVIH han comprendido que pueden ir al campo recoger plantas y vendérnoslas y que si las secan a la sombra pueden venderlas  a mejor precio
Y una’’ pequeña industria’’ ha aparecido unos pueblos que tenían baobabs y dejaban sus frutos secar sin recoger;  ahora los cosechan y son recogidos, comprados y transportados por una comunidad amiga de la diócesis vecina que dan su apoyo incondicional al Centro.
Una ‘’cadena’’ de de reciclaje aparece, las comunidades guardan botellas frascos, todo tipo de embalajes para condicionar los productos y dos pacientes comerciantes han encontrado la vía para poder comprar frascos cuentagotas en Camerún y Nigeria a un precio bien diferente que en Europa.
Las comunidades de hermanas guardan los restos de tela para hacer bolsitas para los productos y evitar el plástico que tanto poluciona nuestra bella tierra
Una de nuestras novicias nos enseño a hacer carbón con los restos de papel y serrín. Todas las  cajas de los ARV son retiradas (los frascos vacios nos los traen después) cortamos las cajas y nos sirven para escribir del otro lado y despues para el carbón.
Gloria « siempre en marcha » hace el trayecto de la casa al dispensario en bicicleta, para soportar mejor el calor aplastante de Deli.
La Artemisia (paludismo, hepatitis) crece en el jardín con otras nuevas especies que se aclimatan a nuestra tierra, donde con agua y protegiéndolas de las cabras hambrientas todo crece.
Y vemos una luz de esperanza en los ojos de los numerosos enfermos que vienen a visitarse y vemos  que nuestras PVVIH recobran dignidad y orgullo. Veo que mis colaboradores han aprendido un montón y hacen cosas maravillosas
Y nos decimos… debe de ser bueno lo que estamos haciendo Dios es bendecido a través de ello…y sueño que otras HMNSA vendrán a aprender de todo esto
Gloria Sedes  Álvarez  HMNSA

martes, 26 de marzo de 2019

Simposio Islámico-Cristiano para celebrar el 150 aniversario de los Misioneros de África en Polonia




Misioneros de África y hermanas Misioneras de África durante el simposio.
En el marco del 150 aniversario de la fundación de los Misioneros de África (Mafr) y Misioneras de Nuestra Señora de África (MSOLA), un simposio sobre el diálogo entre musulmanes y cristianos se llevó a cabo en la Universidad Católica de Lublin Polonia, el 25 y 26 de enero 2019, organizado por las dos Congregaciones.

Oradores e investigadores polacos participan en el diálogo con los musulmanes. Un profesor presentó "Las relaciones entre Polonia y musulmanes a través de la historia del país" y un estudiante de doctorado joven compartió algunas de sus investigaciones sobre "Cómo los medios de comunicación católica en Polonia presenta Islam".
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Tuvimos la alegría de acoger tres Misioneros de África especialistas en el campo: Monseñor Fitzgerald presentado tres conferencias: una sobre el documento "Diálogo y anuncio"; otra sobre "La contribución de los Misioneros de África y Misioneras de Nuestra Señora de África en la evolución del diálogo entre cristianos y musulmanes en el mundo"; el tercero era un testimonio de los cuatro Padres Blancos (Misioneros de África) beatificados en diciembre de 2018, Oran, Argelia. Padre Diego Sarrio Cucarella, director del PISAI (Pontificio Instituto de Estudios Árabes) en Roma nos dio la historia de este instituto, desde sus humildes comienzos en Túnez hasta ahora. Padre Anselmo Tarpaga, llegó a Argel, también habló de los Padres Blancos 4 Blessed muertos en Tizi Ouzou en los años oscuros.

Tres mujeres compartieron sus experiencias personales con los cristianos y musulmanes en la vida de todos los días, y en tiempos particulares. Sr. Mia Dombrecht (MSOLA) compartió sus experiencias misioneras en Túnez, Mauritania y Argelia. Una hermana polaca compartió su experiencia de 7 años en Constantine en Argelia.  Farida Ait Ferroukh, de Francia y bien conocida por nuestras hermanas de Francia y Roma haciendo la investigación en nuestros archivos en Roma, habló de su investigación sobre la Cabilia. En este contexto se habló largo y tendido sobre la presencia de los Padres Blancos y hermanas blancas en la Cabilia y su impacto en la sociedad cabila, en su formación y en la apertura a la riqueza de la diferencia.. Fue un testimonio conmovedor de una mujer musulmana.
Poco a poco, y siguiendo las conferencias, nosotros, padres misioneros africanos, hermanos y hermanas, hemos  entendido mejor la importancia de este simposio en el contexto de la sociedad y de la Iglesia en Polonia, pero lo más importante para nosotros  era ver la importancia de este aspecto de nuestro carisma, el diálogo interreligioso, para Polonia.
Nosotros, los Padres Blancos y Hermanas Blancas, también disfrutamos profundamente reuniendonos con nuestros hermanos de otros lugares. Tras el cierre oficial del simposio, nos encontramos en los Misioneros de África para una reunión entre hermanos con algunos amigos y conocidos. Un documental sobre la vida y el apostolado de obispo Pierre Claverie, seguida de una discusión de la Eucaristía y una cena fraternal fue el cierre de estos días tan significativos para nosotros.

Estábamos contentos de disfrutar de nuestro jubileo 150 º  aniversario, para llevar nuestra contribución específica al diálogo cristiano-musulmán, el pensamiento académico y el de la Iglesia en Polonia.
Esperamos que será una secuela de este evento. Pero es el Señor que está dando sus frutos en nuestros esfuerzos humanos.

Las hermanas de las Misioneras de la comunidad de Nuestra Señora de África Lublin en Polonia



lunes, 11 de marzo de 2019

La celebración internacional de una veintena de jornadas impulsa la sensibilización ciudadana para proteger la naturaleza y la vida






Ushuaia, Tierra del Fuego, en Argentina (Jason Edwards / Getty)






DANIELA GONZÁLEZ / EFE


03/01/2019 10:27Actualizado a03/01/2019 10:Desde el día mundial de la educación ambiental en enero hasta el de las montañas en diciembre, el calendario anual está lleno de fechas conmemorativas para atraer la atención sobre los problemas del medioambiente y sensibilizar a la población mundial.


De esta manera, fechas de concienciación respecto a distintos desafíos ecológicos, problemas ambientales y colectivos relacionados se pueden encontrar a lo largo de todo el año, fijados por las Naciones Unidas pero también por otras entidades como la Unión Europea o las organizaciones conservacionistas.


En 2019, las primeras celebraciones son, en enero, el día mundial de la educación ambiental el sábado 26 y por la reducción de las emisiones de CO2, el lunes 28.


En febrero, la fecha más importante es el sábado 2, cuando está fijado el día mundial de los humedales, mientras que en marzo hay al menos cuatro jornadas de interés: el domingo 3, día mundial de la Naturaleza; el martes 5, el de la eficiencia energética; el jueves 21, el de los bosques y el viernes 22, el del agua.


A ellas hay que sumar la llamada hora del planeta, convocada por una de las principales organizaciones ecologistas del mundo, WWF, en esta ocasión para el sábado 30 de marzo.








(Foto: mikiell / Getty Images/iStockphoto)


Llega la primavera (en el hemisferio Norte)


En abril, el miércoles 17 es el día mundial de la lucha campesina; el lunes 22, el de la Tierra y el jueves 25, el de la concienciación sobre el problema del ruido.


En mayo, el viernes 10 se festeja el día mundial de las aves migratorias; el viernes 17, el del reciclaje; el miércoles 22, el de la biodiversidad y el viernes 24, el día europeo de los parques que conmemora la declaración de los primeros parques nacionales en el Viejo Continente y, en concreto, en Suecia, hace ya más de un siglo.


Ese mismo mes de mayo se celebra, el martes 21, una fecha especialmente querida en España: el día europeo de la Red Natura 2000, proclamado por la UE gracias a una iniciativa conjunta de la sociedad civil a través de la ong SEO/BirdLife y Efeverde, la plataforma de información medioambiental de la Agencia Efe, para rendir tributo a los espacios protegidos de la red más importante de conservación de biodiversidad del mundo.


Entre los meses de junio y agosto


En junio, el miércoles 5 es el día mundial del medioambiente, uno de los más importantes del calendario ecologista, que fue fijado a finales de 1972, aunque el primero se celebró en 1973.


El sábado 8 de junio es el de los océanos y el domingo 16 el de las tortugas marinas -aunque el día mundial de las tortugas se celebra curiosamente en mayo-; el lunes 17, es el día contra la desertificación y la sequía; el viernes 21, el del Sol -que las organizaciones conservacionistas aprovechan para defender las energías renovables-; el lunes 24, contra la contaminación electromagnética y el viernes 28, el del árbol.


No hay vacaciones para las festividades ecológicas y, así, el miércoles 3 de julio es el día internacional libre de bolsas de plástico; el domingo 7, el de la conservación del suelo y el viernes 26, el de la defensa del ecosistema manglar, mientras que en agosto el viernes 9 es el de los pueblos indígenas y el jueves 29 es la fecha internacional contra los ensayos nucleares.


De septiembre a noviembre


En septiembre, el lunes 16 es el día internacional de protección de la capa de ozono; el domingo 22, el día europeo sin coches y el martes 24, el marítimo.


En octubre, el primer fin de semana se festeja el día mundial de las aves y, el primer lunes -que este año cae el día 7- el del hábitat; el domingo 13 es el de la reducción de las grandes catástrofes naturales y el jueves 31, el de las ciudades.


Además, este mes incluye otra fecha llamativa: el viernes 4 es el día de los animales, declarado en 1929 en Viena y muy apoyado por la Iglesia Católica desde que en 1980 el papa Juan Pablo II declarara a San Francisco de Asís patrono de animales y ecologistas.


Ultimas celebraciones el año


En noviembre, el miércoles 6 es el día internacional para la prevención de la explotación del medio ambiente en la guerra y los conflictos armados y el jueves 21 es el de la pesca.


El último viernes del mes -este año, el 29- es el día internacional contra el consumismo o ‘Green Friday‘ (viernes verde), en contraposición al ‘Black Friday’ (viernes negro) promocionado por la industria y el comercio de EEUU, que en los últimos años también se ha instalado en España.


Finalmente, en diciembre el jueves 5 es el día mundial del suelo y el miércoles 11, el de las montañas.


Éstos son los días más reseñables, pero el calendario alberga también conmemoraciones menos conocidas como el día internacional del galgo en febrero, el de la bicicleta en abril o el del saneamiento en noviembre, entre otras.




En los campos de refugiados de Burundi


Refugiados y desplazados internos huyen de la guerra.
Tras la guerra civil que se extendió a todo el Ruanda, tras los asesinatos de su presidente, junto con el de Burundi, más de 2 millones de personas huyeron  a los países vecinos: R.D. del Congo, Burundi y Kenia. Las hermanas también tuvimos que huir, a pesar del deseo de algunas de quedarnos con la gente que sufría. Fuimos a Bélgica donde hicimos una sesión para ayudarnos a rehacernos de los traumas vividos las últimas semanas. Después yo continué a España.
Yo quería volver a Africa para ir a trabajar a los campos de refugiados. Lo pedí a las superioras y me lo concedieron. Otras hermanas habían ido también a los campos, pero habían durado muy poco debido a las condiciones tan difíciles.
En julio de 1994 eran ya más de 2 millones los refugiados ruandeses que habían huido de su país. Iban al país más cercano. Numerosos de estos refugiados huyeron al Burundi, un país hermano pero muy pobre. Su presencia masiva y la llegada continua de nuevos refugiados ocasionó muchos problemas al ACNUR ya que grupos armados atacaban los campos para hacer huir a los refugiados.
Cuando a principios de 1995 la situación se estabilizó un poco en Ruanda volví a Butare. Allí pude constatar el saqueo que había sufrido nuestra casa, como la de la mayoría de los hogares de los que habían dejado el país. Todos los días veía a grupos de refugiados que pasaban por Butare, camino del Burundi cercano, distante tan solo unos 30 km. Se quedaban cerca de la frontera, ya que no había nada preparado para ellos. Mi deseo de serles útil aumentaba. Algunos refugiados nos pidieron que fuéramos a Burundi para ayudarles, donde tenían muchas dificultades a causa de los grupos armados que no querían acogerles.
Los jesuitas  habían trabajado por años con los desplazados internos burundeses. En cuanto una paz relativa se estableció en la región, el Servicio de Refugiados de los jesuitas (SRJ) se dedicó a la acogida e integración de los más de 500.000 refugiados ruandeses procedentes del Ruanda y de la Republica Democrática del Congo. Un grupo de religiosas nos unimos a ellos. Formamos un equipo de 3 Franciscanas misioneras de Maria, originarias de distintos países, y yo, Misionera de Ntra Sra de Africa, española. Eramos parte del Servicio de Refugiados de los jesuitas (SRJ)
Primero fui yo sola del equipo para ver la situación en un campo de refugiados cerca de Murore, donde había una comunidad de religiosas belgas, que aceptaron que nos alojaramos en su casa. Tenía que avisar al resto del equipo de hermanas si podían venir o no. Estaba contenta de estar allí, pero me preguntaba: “lo he deseado y me lo han concedido, pero ¿qué voy a hacer aquí?” Formabamos parte del equipo mas amplio de JRS y era un campo del Alto Comisariado de las Naciones Unidas para Refugiados (ACNUR). En  Murore estuvimos solo dos meses porque al llegar numerosas ONGs para ayudar, grupos armados atacaban  y espantaban a tiros a los refugiados que tenían que huir de nuevo a zonas más seguras. Lo mismo hacíamos nosotras, aunque normalmente donde estaba el JRS no disparaban.
Las otras religiosas eran enfermeras y curaban en los hospitales. Yo no soy enfermera y no podía curar. Veía como otras ONG distribuían alimentos, curaban, etc. Yo me decía “¿qué puedo hacer yo? Sabía que habían vivido cosas terribles, inhumanas, un sufrimiento atroz… Estaban profundamente heridas, se rebelaban ante lo que les había pasado, ante la muerte de seres queridos… En el corazón de muchas solo había odio, deseo de venganza… Pensé que el hacer un trabajo manual que les pidiera atención les obligaría a no pensar en lo que habían vivido, a centrarse en el aquí y ahora…
Entonces pensé: Sé el kinyaruanda, me acerco fácilmente a la gente. Vi que había muchas mujeres con niños. Pensé “a las mujeres les gusta que su familia y ellas mismas vayan bien vestidos” Entonces dije “Voy a ocuparme a hacer vestidos e invitar a las mujeres que quieran hacer como yo.” Empecé con algo muy sencillo camisitas para niños pequeños. Eran fáciles de hacer, necesitaban poca tela y podía preparar unas cuantas para que las hagan las mujeres. No tenía nada: ni local, ni medios… Me preguntaba ¿Qué voy a hacer? Cuando tuve tela e hilo, Me senté en medio de una calle y me puse a coser una camiseta. Tan pronto como empecé una mujer me preguntó: “Que haces?” Le respondí: “Una camiseta para niño, ¿te interesa?” “ Si” me respondió” “¿Quieres coser tu también?” le dije. Me dijo “si”. Entró en su tienda de plástico, sacó una estera de paja, la puso en el suelo contra su tienda y allí estuvimos cosiendo las dos. El hablar su lengua me facilitaba el poder hablar con todas las mujeres, y decirles lo que tenían que hacer, pues algunas no sabían francés…   Al poco rato llegó otra, y hubo un dialogo semejante. Al final del día eramos 14 en el grupo. A la hora de comer dije: “Por hoy ya hemos cosido bastante”. Cada una puso su nombre en un papel que cosimos en un rincón de la camisita, recogí todo y nos marchamos. Al dia siguiente volvimos eramos 30!  Cuando los jesuitas vieron que había 30 dijeron: “comencemos un taller de costura con maquinas”. Al dia siguiente pedimos a las nuevas que esperaran a que tuvieramos el taller, pues en la calle el trabajo era ya difícil con un grupo tan grande. Al cabo de una semana un taller de madera y paja estaba preparado! Tenia 3 habitaciones: una para recibir, una coser, una para guardar el material. Pusimos maquinas, y ¡podían venir tantas como quisieran!
De camisitas pasamos a vestidos, pantalones de niño, uniformes, vestidos de mujer, etc… Les enseñaba a coser a mano. Coser parece muy inocente, pero poco a poco la costura iba cambiando a las mujeres. La costura les exigía mucha atención para hacer a mano los pespuntes por las líneas que yo había dibujado en su prenda… Mientras cosían no podían pensar en lo mal que les había ido, en lo que había sucedido, en la venganza que planeaban… Están pensando en el vestido, en la puntada que tienen que dar siguiendo la línea. Ya tienen una distracción. Su mentalidad cambia. El coser, es un proyecto, les abre a un futuro diferente, les da esperanza porque están contentas de realizar algo útil, que además les gusta…
Poco a poco iban haciendo prendas para los niños y hasta para sus maridos…. Cuando habían terminado una prenda la vendían. Se sentían útiles y eso les hacia estar orgullosas de ellas mismas, su autoestima crecía y sus maridos les apreciaban y las respetaban. Las que aprendían mas rápido, pasaban a coser a maquina… Así empezamos a hacer uniformes para los chicos y chicas que iban al colegio que los jesuitas tenían en el mismo campo. Cuando las mujeres habían cosido ya varios uniformes iban al mercado para venderlos y como eran de tela nueva y buena eran muy apreciados. Empecé también un taller de punto para hacer jerseys. Hacían también los jerseys de los uniformes.
 ¡El trabajo les estaba salvando! Se sentían útiles. Al estar ocupadas, los pensamientos se hacen más pacíficos. Estaban contentas y venían con ilusión al taller. Todas querían venir. Invité también a la gente del pueblo para que los que quisieran vinieran al taller. Los que eran sastres y modistas podían venir y hacer uniformes u otra cosa. Los jesuitas que recibían muchos dones para los campos de refugiados compraron maquinas de coser y que nos llegaban repletas de ropa que también vendían en el mercado. A veces recibíamos vestidos para los refugiados. Hacíamos una distribución para que las mujeres pudieran vestir a la familia. Se sentían tan orgullosas cuando veian a sus hijos y a ellas mismas bien vestidos. Eso contribuía también a su auto-estima.
Viendo lo sencillo que fue organizar el taller de costura, otros se animaron y otros talleres fueron surgiendo. Preguntábamos ¿quien sabe hacer cestos con sisal??? Tarjetas??? El ó la que sabía hacer algo tomaba la iniciativa de decirlo al equipo e iniciaba un nuevo taller. Los hombres empezaron un taller de carpintería. Había otro de cestos de sisal. Yo empecé un taller para los niños para hacer tarjetas postales con corteza de plátano o dibujando. Como ellos no podían salir del campo, los animadores íbamos a buscar los sisales. Ellos luego los golpeaban para sacar las cuerdas y las preparaban para hacer los cestos. Al trabajar juntas, se van conociendo y entablando amistades, o conociéndose mejor aunque procedieran de regiones distintas. Colaboraban entre ellas. Se enseñaban las unas a las otras. A pesar de lo que habían vivido y sufrido, tenían ganas de reír, de estar juntas…  En algún rato de descanso, en las fiestas comprábamos buñuelos y se les daba un postre o un café especial para festejar el dia.
Mientras cosían charlábamos y a veces teníamos grandes conversaciones y nos hicimos amigas. ¡Yo era muy feliz! Estuve 2 años y medio en distintos campos de refugiados, haciendo cosas similares. Los campos por los que pasamos, se iban acercando mas  a Ruanda, pues en Burundi la tensión también iba creciendo. Tanzania decidió cerrar sus fronteras en enero de 1996 a los refugiados ruandeses que huían de los combates de Burundi, donde echar a los refugiados era uno de los objetivos. En julio de 1996 Burundi forzó la repatriación de cerca de 15,000 refugiados ruandeses. Eso nos hizo cambiar de sitio varias veces.
El ultimo campo de refugiados en el que estuve en 1997 en el Noroeste del Burundi, más cerca de Ruanda y del Lago del Norte, había 37.000 refugiados.
Los hombres sabían el francés y algunos nos apreciaban mucho . Gracias a vosotros que estais aquí (al equipo de JRS, religiosos y religiosas). Los del país nos decían “no traigáis extranjeros y solo cogían a los burundeses).
Trinidad Castro (HMNSA)

viernes, 8 de marzo de 2019

El migrante es el futuro del mundo


27/02/2019 por Marc Léonard Laisser
El debate sobre la migración es asombroso y, sin embargo, perdura, conecta, e incluso encaja en lo ordinario de nuestra cultura política contemporánea. Paraliza a Europa, que habla de ello continuamente, pero nunca reflexiona. Invade la propaganda partidista y se impone como una especie de sutileza electoral que deleita a los populistas de todos los ámbitos, de derecha y ahora de cierta parte de la izquierda. Paraliza a los gobiernos que temen el respeto por la verdad o que una explosión de humanismo no tenga valor en las encuestas.
Bertrand Badie, Sciences Po - USPC
Desde principios de este siglo  50,000 seres humanos han muerto, todavía muy jóvenes,  en las profundidades del Mediterráneo y la imaginación de los gobiernos humanos se limita a fortalecer los controles, consolidar "Frontex" o desarmar al “Acuarius”. ¿Qué le ha sucedido al Consejo Europeo, para que sea  incapaz de imaginar lo que podría ser una política de migración en los albores del tercer milenio?
Un mundo donde todos ven a todos.
De eso se trata: de tener el coraje y la lucidez de pensar en una globalización de la que todos están hablando, sin saber cómo mirarla y sin sacar las consecuencias. Hemos entrado en un mundo de interdependencia y comunicación generalizada para el cual la movilidad de las personas se ha convertido en un principio irreversible con el que debemos aprender a vivir.
Estamos en un mundo donde todos ven a todos, se comparan constantemente entre sí y despliegan un ideal que abarca a todo el planeta. Un mundo en el que nunca se le prohibirá a nadie pensar que el sufrimiento de su pueblo podría ser menor en otro lugar, un mundo donde la falta de un futuro en el hogar genera la esperanza de encontrar una solución en otra parte. Un mundo donde la humanidad es, por primera vez en la historia, tributaria de todo el planeta. Un mundo en el que cada uno de los 7 mil millones y medio de seres humanos, es responsable y apoya a todos los demás. Así es, nadie lo ha decidido, es el movimiento de una historia de la que seguimos siendo, por cierto, los privilegiados ...

Necesidad de los otros
Este gran cambio que afecta la profundidad de nuestras perspectivas y de nuestros comportamientos, es una realidad que se vive con mayor intensidad cuando pertenecemos al mundo del sufrimiento, el mismo que ya no podemos privatizar o rechazar hoy,  como  terrae incognitae,  detrás de los muros de la soberanía, incapaz de resistir a la comunicación moderna.
Sin embargo, la revolución no es espectacular ni dolorosa: en medio siglo, la proporción de poblaciones migrantes han aumentado solo del 2,2% a poco más del 3% de la población mundial, sabiendo además…  ¡que las migraciones Sur-Norte representan únicamente un tercio del total de migraciones!
El desafío es aún más fácil de notar porque las razones positivas para integrar a las poblaciones migrantes,  son muy numerosas,  pero los políticos las mantienen en secreto:  Europa envejecida necesita una fuerza laboral renovada. Nuestros presupuestos sociales necesitan estos activos contributivos que el régimen de ocultamiento anula. Sin embargo prospera,  de forma escandalosa,  la promoción de los contrabandistas o las mafias de todo tipo, y conviene pensar que éstos perderían su trabajo en un contexto de gobierno transparente de los flujos migratorios.
Pero, sobre todo, necesitamos puentes, encuentros, convergencias e intercambios culturales que nos sintonicen con nuestro mundo y nuestro siglo. No nos engañemos: la ortodoxia de la identidad, el arcaísmo cultural, la tensión neo-nacionalista,  infinitamente más peligrosas que la apertura al mundo, que las transferencias de una cultura a otra, siempre han permitido iniciar los grandes círculos de nuestra historia y la de los demás ...

Por un gobierno  global de la migración.
El conservadurismo y el cambio fueron los dilemas permanentes al tomar las decisiones que dieron forma a nuestro mundo en todo momento. El primero anima hoy una ola populista gigantesca que se alimenta de una obsesión con la identidad, denunciando las "crecientes" amenazas y los riesgos de la "inmersión".
Sus diseñadores, con frecuencia estigmatizados,  afirman ser un encargo que no tiene nada que vender en un contexto globalizado, excepto una visión jerárquica de las culturas, una disculpa para los guetos y una vasta mampostería de muros de todo tipo. Una perspectiva ideal para establecerse en un mundo habitado por fundamentalistas triunfantes, el mejor regalo que se puede ofrecer a los empresarios violentos que prosperan con el sufrimiento y la humillación que sufren los más débiles. La vieja derecha estaba haciendo lo habitual, acompañada hoy por una arcaica izquierda que, en Alemania, Francia o Italia, espera su tajada en la torta electoral.
El cambio, mientras tanto, obviamente no puede surgir de una estrategia de un solo sector. Es parte de la globalización y el trabajo multilateral. Algo que no es ni bueno ni malo: será lo que hagamos con él. Es hora de que sea parte de un verdadero humanismo. Así como él fue capaz de alejar a la creciente sociedad industrial de la brutalidad de quienes la iniciaron, es urgente seguir a aquellos (ONG, asociaciones, agencias de la ONU, personas individuales) que luchan, a menudo en el silencio, para construir un mundo más humano, sabiendo que sus victorias son a partir de ahora, sorprendentes.

El multilateralismo, arrancado del chantaje permanente de las grandes potencias, debe ir a sus misiones sociales, como Kofi Annan decía. La gobernanza global de la migración necesita construir un edificio institucional, que ofrezca beneficios óptimos a los tres socios clave: los migrantes, las sociedades que se inician y las sociedades receptoras. Debe crear agencias en todo el mundo para realizar este esfuerzo de información, capacitación, orientación e integración que es el camino normal de la movilidad humana durante este tercer milenio.
Corresponde a nuestros líderes  actuar: que se detengan por un momento para convertirse en actores políticos, en estadistas que finalmente piensan que el futuro no se debe a las contingencias electorales. Entonces, tal vez el Mediterráneo ya no sea este cementerio anónimo que hoy envuelve tantas esperanzas y alienta a toda cobardía.

Bertrand Badie, profesor de ciencia política, Sciences Po - USPC

Este artículo es republicado con licencia de Creative Commons.
Traducido del francés

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