Hay
mucha gente que ataca a la Iglesia catolica de falta de denuncia y de estar
junto con el poder que toque de turno pero no es asi. La Iglesia defiende
muchas situaciones y habla fuerte en muchas ocasiones. Los medios de
comunicacion la silencian. Solo unas pocas reseñas en periodicos mencionaron
esta declaracion pastoral de la Conferencia de los Obispos españoles que tiene
una clara marca de denuncia de los males que aquejan a España. Ahi va una
pequeña reseña.
En este documento, los obispos quieren compartir, con los
fieles y con quienes deseen escuchar su voz, su preocupación ante el
sufrimiento generado por la grave crisis eco-nómica, social y moral que afecta
a la sociedad española y su esperanza por el testimo-nio de tantos miembros de
la Iglesia que han ofrecido lo mejor de sus vidas para atender a quienes más
sufrían las consecuencias de la crisis.
Dedicada a describir la situación social,
los obispos se fijan en los nuevos pobres y las nuevas pobrezas, de manera
especial la que sufren en primer lugar, las familias golpeadas por la crisis.
En ellas no es difícil encontrar muchos jóvenes sin trabajo y con grave riesgo
de caer en situaciones desesperadas, ámbitos en que se da la pobreza infantil,
ancianos olvidados o mujeres afectadas por la penuria económica. Además de las
carencias económicas y sociales en las familias, los obispos señalan también la
pobreza en el mundo rural y en quienes se dedican al mar, y acentúan la pobreza
originada por la emigración que, haciendo visible el derecho a encontrar
mejo-res condiciones de vida, hoy significa la pobreza de los más pobres. Los
inmigrantes sufren más que nadie la crisis que ellos no han provocado y los
países que los reciben recortan sus derechos y limitan, también para ellos, los
servicios sociales básicos. Los obispos piden en este ámbito a las
autoridades nacionales y de la Unión Europea actitudes de generosa acogida y
cooperación con los países de origen que permitan su desarrollo.
Además de las nuevas pobrezas, la
Instrucción Pastoral señala como rasgo de la socie-dad actual la corrupción, a
la que define como un mal moral y cuyo origen es, según los obispos, la codicia
financiera y la avaricia personal. Estas situaciones de corrupción pro-vocan
alarma social, alteran el funcionamiento de la economía, impiden la competencia
leal y encarecen los servicios. La corrupción es una grave afrenta a nuestra
socie-dad, es una conducta éticamente reprobable y es un grave pecado.
Publicada
en Abril 2015
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