El aislamiento como privilegio 'AL JAZEERA'

E 1 impacto de la Covid-19 en África aún no ha alcanzado proporciones épicas, pero las grietas abiertas por las desigualdades existentes comienzan a ser evidentes, escribe Karsten Noko, abogado y trabajador en emergencias humanitarias en el África subsahariana, en un comentario sobre las consecuencias que en el continente se terrien por la expansión del coronavirus. El autor cree que Sudáfrica es un caso perfecto: mientras los trabajadores tratan de no infectarse en transportes públicos atestados que los llevan a trabajos informales mal pagados que apenas les alcanzan para adquirir la comida, los más ricos acaparan todas las viandas y el papel higiénico que pueden en los centros comerciales. Noko cree que cerrar fronteras es una decisión muy controvertida y de dudosa eficacia en la práctica en África, porque fueron trazadas arbitrariamente en la época colonial y, para muchas comunidades que viven cerca de ellas, solo existen sobre el papel y en Google Maps, porque sus vinculos comerciales y familiares pasan por encima de ellas.

El confinamiento domiciliario . ELPAIS EDITADO POR DIARIO EL PAÍS, SOCIEDAD LIMITADA to, según Noko, porque en muchas ciudades africanas abundan las zonas de chabolas, masificadas y sin servicios básicos ya desde antes de la pandemia, y cualquiera que haya estado montado en un autobús en un atasco de Nairobi sabe que la idea de guardar las distancias es una quimera. Lo más práctico es que quien trabaje en una oficina ahora lo haga desde su casa, pero será dificil que quien vende tomates o ropa en mercadillos pueda hacerlo por Internet. El autor se pone en su lugar y asegura que si tuviera que elegir no escogería un aislamiento que le prive de su sustento. Noko señala lo dificil @e es seguir la recomendación de lavarse frecuentemente las manos cuando el acceso al agua es tan problemático como en Harare, la capital de Zimbabue, donde los grifos llevan casi 10 años prácticamente secos. El autor ofrece un sombrío cuadro de los sistemas sanitarios de muchos países, en algunos casos casi totalmente colapsados. El autor apela a la imaginación para buscar soluciones alternativas entre todos frente a la segura expansión del virus por el continente. Publicado en Doha el 22 de marzo.