miércoles, 29 de mayo de 2019

Preguntamos a los migrantes senegaleses por qué se van de casa. Esto es lo que nos dijeron:





Senegal está ampliamente promocionado como una democracia estable, donde se aprecia un buen crecimiento económico, pero la zona no es estable y la gente todavía corre el riesgo de emigrar a Europa.
Debido a que la migración es en gran parte indocumentada, no se sabe cuántos senegaleses se van, pero según datos de la UE en 2018, Senegal fue  el décimo país de origen de las travesías marítimas ilegales hacia Europa. Además de esto, muchos migrantes también reciben visas que después les caducan, convirtiéndose en inmigrantes ilegales.
Migrantes senegaleses protestan contra el racismo y la violencia en Milán (2011) Eugenio Marongiu / Shutterstock
Pau Baizán, Universitat Pompeu Fabra

Por qué emigran los senegaleses, es una de las principales preguntas que nos hacemos en nuestro programa de investigación: "Migraciones entre África y Europa". Es un estudio que ha implicado a varios centros de investigación en países africanos y europeos.
Entrevistamos a casi 2000 migrantes senegaleses en Europa (Francia, Italia y España) principales destinos europeos de los senegaleses, además consultamos a otros que habían regresado a su patria, y también a no migrantes de Senegal.
Encontramos que los principales factores que impulsaron la migración fueron la demanda laboral en Europa, la inseguridad económica y los bajos ingresos en Senegal. En pocas palabras: para la mayoría, la migración fue una estrategia para diversificar las fuentes de ingresos, mejorar su bienestar y posición social.

Quién, por qué y dónde
Nuestra investigación mostró que las personas con mayor probabilidad de emigrar no son las más pobres o las más ricas. La mayoría de los migrantes tienen suficientes recursos económicos para pagar los costos de la migración y  provienen de un nivel de educación intermedio o alto. Estas características mejoran sus posibilidades y son un estímulo para encontrar un trabajo en Europa.
Pero el motivo crucial que permite la migración es tener amigos o familiares en Europa. Se trata de algo clave para apoyar a las personas que eligieron migrar porque les da acceso al mercado laboral europeo.
En torno a  la década de 1960, los principales destinos de los migrantes senegaleses fueron Francia y otros países africanos, como Costa de Marfil, Ghana y Gabón, buscaban la industria y el ejército francés que reclutaba activamente jóvenes en Senegal.
Senegal fue también, de hecho, receptor neto de migrantes de África occidental durante ese período. Porque estaba relativamente mejor económicamente y, por lo tanto, tenía más oportunidades de empleo.
Esto cambió en la década de 1980 debido a dos acontecimientos principales: una profunda recesión económica global y un cambio dramático en las políticas económicas de Senegal hacia una mayor liberalización, que condujo a un deterioro general de las condiciones de vida y a una mayor inseguridad económica.
Pero los migrantes enfrentaron algunas decisiones difíciles. La migración a países africanos, como Gabón o Costa de Marfil, se estaba volviendo menos atractiva porque también se vieron afectadas por crisis económicas y políticas.
Al mismo tiempo, el acceso a Francia se estaba volviendo cada vez más difícil a medida que París efectuaba políticas migratorias restrictivas. Situación que dio lugar a nuevos destinos de migración y los inmigrantes senegaleses comenzaron a acceder a empleos en el norte de Italia y el noreste de España.

Los empleos que los migrantes podían obtener eran de bajo estatus y de bajos salarios. A menudo se relacionaban con la industria y la agricultura. Los trabajos típicos eran limpiadores, trabajadores de la construcción, vendedores ambulantes, recolectores de basura y reciclaje. En general, los senegaleses estaban sobre calificados para los trabajos que desempeñaban y experimentaron una baja en su valoración cuando ingresaron al mercado laboral europeo. En la mayoría de los casos, incluso después de una larga estancia en Europa, su situación no mejoró.

Las comunidades senegalesas en Italia y España se difundieron enormemente desde finales de los años ochenta. Lo que, con el tiempo,  proporcionó un apoyo crucial para los migrantes posteriores. La disminución de las restricciones en España, Francia e Italia también ayudó a consolidar las comunidades senegalesas en Europa.

Pero las cosas volvieron a cambiar a principios de la década del 2000 cuando los países del sur de Europa aumentaron la presencia de la policía y los militares en sus fronteras para detectar e interceptar a los migrantes en el mar. También se hicieron acuerdos de control de inmigración entre los países de origen y de tránsito.
Pero un mayor control de la frontera fue solo parcialmente efectivo para reducir la entrada irregular. Los niveles de migración no disminuyeron hasta que comenzó la recesión económica en 2007, lo que dio lugar a menos oportunidades de empleo en Europa.

Impacto de la migración
La migración ha tenido un gran impacto en los hogares de Senegal. Descubrimos que aproximadamente la mitad de los migrantes en Europa envían dinero regularmente a sus hogares y, considerando los salarios bajos e irregulares de los migrantes, las cantidades enviadas eran sorprendentemente altas.
Estas remesas ayudan a diversificar y aumentar sustancialmente los ingresos familiares, permitiendo a las familias invertir en educación o vivienda. También protegen a las personas de la inestabilidad, los mercados que funcionan mal, las políticas estatales fallidas y la falta de seguridad social facilitada por el estado.
A nivel nacional, las remesas han demostrado ser una fuente, cada vez más importante, de moneda extranjera. Aunque los inmigrantes lo remiten a sus familiares, estos recursos desencadenan un proceso que afecta a toda la economía.

Mejor gestión
A pesar de la situación, aparentemente beneficiosa para todos, entre la demanda laboral en Europa y el aumento de las aspiraciones de los senegaleses a migrar, el proceso de migración, como hemos visto, no es fácil.
Una parte sustancial de la migración no está documentada y conlleva peligro para quienes desean abandonar su hogar y viajar a Europa. Además, las políticas migratorias altamente restrictivas de Europa han empeorado la situación. Y han hecho mucho más difícil la integración de los migrantes en las sociedades europeas.
En cualquier caso, las políticas de la UE y nacionales no han logrado frenar significativamente las llegadas irregulares.
La apertura de canales de migración legal, para la migración permanente y temporal, beneficiaría enormemente a los migrantes y sus familias. También permitiría cuotas realistas de inmigración laboral que reflejen las demandas del mercado laboral en Europa.
Las organizaciones internacionales, como la Organización Internacional para las Migraciones y la Comunidad Económica de los Estados de África Occidental, deben ayudar a facilitar todo esto y aumentar su papel en la organización de los procesos migratorios y en la seguridad.
Otras disposiciones que se necesitan incluyen la reunificación familiar, visas de estudio, asistencia y mayor protección para los migrantes en los países de tránsito y destino.
Finalmente, según nuestros datos, alrededor de un tercio de los migrantes a Europa regresan a Senegal al cabo de 10 años. En su mayoría son retornos voluntarios, aunque algunos (alrededor del 5%) son forzados. Nuestra opinión es que la probabilidad de que los migrantes retornen aumentaría si se redujeran las dificultades y el costo de migrar a Europa. Las personas son reacias a regresar si se les cierra la posibilidad de volver a emigrar, especialmente si su reintegración en Senegal no está garantizada.

Pau Baizán, profesor de investigación, Universitat Pompeu Fabra
04/03/2019 par Marc Léonard Laisser

Este artículo se ha publicado de The Conversation bajo una licencia de Creative Commons.


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